Categorías
Balance de tu mente

5 reglas para sobrevivir a una de las situaciones más estresantes en estos días, el Teletrabajo /Home Office

Tiempo de lectura: 3 minutos

La realidad del Teletrabajo / Home office o de los trabajos desde la casa parece que está para quedarse. A algunos les está sentando bien, pero muchos no hemos logrado aún cogerle el punto, sobre todo en medio de la pandemia. Si eres madre con niños pequeños en casa el panaroma se complica quizá un poco más. Pero en general el problema del teletrabajo es en esencia el mismo para todos y supone echar de menos esa división que tradicionalmente ha existido entre tiempo libre (incluída la familia) y el trabajo. Y aunque la tecnología y la cultura de estar siempre conectados a algún dispositivo móvil han estado contribuyendo a unir cada vez más estas dos realidades, la pandemia y el teletrabajo han terminado por casi fundirlas y no creo que estábamos del todo preparados. El resultado ha sido prescindir de esa división que nos proporcionaba un espacio claramente definido, que nos ayudaba a desplegarnos y a «comportarnos» en cada uno de estos momentos del día acorde a esas distintas facetas.

La desincronización resulta en un bajo rendimiento laboral y en una dinámica de familia disfuncional

Ahora trabajamos cuando deberíamos estar jugando con los niños y cocinamos cuando deberíamos estar concentrados al teléfono trabajando. Hay una desincronización. Quizá hacemos lo mismo, pero a tiempos distintos a como lo solíamos hacer, y en varias ocasiones las actividades se solapan. El resultado es niveles de estrés más elevados, muchas veces acompañados de sentimientos de frustración, ya que sentimos que no logramos cumplir con nuestras obligaciones. 

A continuación comparto unos cuantos consejos para sobrevivir al trabajo desde casa, para no llegar a ser una familia disfuncional en el intento de rendir en el trabajo y para trabajar lo más efectivamente posible en medio de estar inmersos en la realidad del hogar y todas sus tareas:

1. Al terminar tus tareas pon distancia

Una vez termines tus tareas del día, trata de tomar distancia de tus roles como trabajadora, ama de casa, madre o compañera. Una vez que termines de hacer lo que debes hacer, entrena dejar «ese rol» aparcado. Recuerda eres más que la suma de todos ellos. Ya sé que con el rol de madre es casi imposible 😉.

2. Concéntrate en lo que haces en cada momento

Invierte no sólo tu tiempo sino tu atención consciente en cada tarea. Así tardarás menos en ejecutarla y lo harás lo mejor posible. Si estás jugando, juega; si estás escribiendo, escribe. El multitasking no suele funcionar muy bien, al menos que sean tareas repetitivas como por ejemplo ciertas labores del hogar. Otro aspecto importante a tener en cuenta es darle el menor espacio posible a la rumiación (a darle vueltas una y otra vez en la cabeza a la emocionalidad y experiencias negativas que hemos tenido). Esto sólo nos desconcentra, nos impide realizar bien nuestras tareas del momento y nos quita tiempo. 

3. Vete a la cama pronto

Debes cuidar tus horas de sueño al máximo. Aplica esta regla: sólo vale la pena trasnochar cuando realmente valga la pena.

4. No es posible hacerlo todo, y no pasa nada

Aunque dedicarte tiempo para ti y a las actividades que te gustan es muy importante, debes entender que en tiempos «extraordinarios» no es posible hacerlo todo, y no pasa nada. Con tiempos «extraordinarios» me refiero a esos momentos estresantes donde todo se junta, por ejemplo, épocas de mucha presión laboral y en donde los niños están de vacaciones. Aquí es muy importante no estresarse por no tener tiempo para hacer ejercicio por ejemplo. Ya vendrán tiempos mejores donde podrás retomar todo aquello que te gusta. Recuerda no convertirte tú en el motor de estrés. Y busca así sea en la rutina, y en los momentos de caos, espacios y momentos que disfrutes. 

5. No dejes de mirar hacia atrás para mirar lo que has conseguido

No importa si es dejar la casa limpia, a los niños finalmente dormidos o entregar aquel proyecto con éxito. Lo has logrado, se ha acabado el día y no has enloquecido, así que no olvides mirarlos así sea por unos segundos, sonreir y felicitarte. 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *