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Balance de tu mente

Cómo educar sin perder los nervios y lograr que tus hijos te entiendan

Tiempo de lectura: 3 minutos

Consejos para Mamás Parte 1

Cuando vivía en España, dicté una Escuela de Padres para padres de niños de 0 a 6 años. En ese momento, yo aún no tenía hijos y, todos los problemas de aquellos padres me parecían fáciles de resolver, aplicando algunos consejos prácticos y, por supuesto, implementando la regla de oro de ser padres: ser constantes. Esta percepción de que es fácil cambió apenas empecé este camino extraordinario (en todos los sentidos) de ser madre.

Uno de los consejos que recuerdo de aquella época, que ayudó mucho a los padres que asistían a los cursos (y que a mí también me fue muy útil como madre de un niño de 5 años) fue: Cómo dar instrucciones a tus hijos de manera efectiva. Que traduce simplemente a cómo educar sin perder los nervios. Aquí están mis Top 5 cuando se trata de comunicarles a tus hijos tus necesidades y expectativas. Recuerda siempre: cuanto antes los pongas en práctica, ¡más fácil será!

En primer lugar, tus instrucciones siempre deben ser claras y proporcionales a su edad

Es razonable pedirles que ordenen sus juguetes. Sin embargo, pedirles que se levanten a las 8 am para lavar el coche, no lo es tanto. Los niños entienden perfectamente cuando se les pide que dejen de saltar sobre el sofá, pero si les dices que se porten bien estás dándoles una orden demasiado general. Así que entre más concreta tu instrucción, mejor. Siempre puedes ampliar con ejemplos el pórtate bien para mejores resultados. Una cosa más, agacharnos para hablarles a su mismo nivel, mirándolos a los ojos, es un pequeño detalle que suele ayudar bastante.

Las instrucciones deben ser comprensibles y ajustadas a su edad y a su nivel de desarrollo

Esto quiere decir que deben ser fáciles de entender, y también relativamente fáciles de llevar a cabo. Pedirles que hagan la cama sin ayuda a los 5 años no parece muy razonable. Existen estudios que muestran que hay padres que dan ¡hasta 117 indicaciones por hora! (Cepillarse los dientes, recoger los zapatos, poner la mesa…). Elige tus guerras- no vale elegirlas todas. Así que pregúntate,qué tarea es realmente importante que realicen? Y ten en cuenta evitar sobrecargar a tus hijos con los pequeños favores (por ejemplo, pásame esto u aquello, cuando tu estás acostada en el sofá). Está bien de vez en cuando pedir ayuda, pero no se debe abusar. La regla es clara: no des demasiadas instrucciones y que éstas sean útiles para todos.

No preguntes, solo díselo

Ten en cuenta lo siguiente. ¿Puedes cepillarte los dientes antes de que comiencen los dibujos animados? No es la mejor forma de expresarlo. Es mejor decir: Ve y lávate los dientes antes de que comiencen los dibujos animados. La primera frase es una sugerencia, la segunda es una llamada a la acción clara y concisa.      

Evita pedirles a tus hijos que hagan algo cuando están en medio de una actividad divertida

No te obedecerán y tú sabes por qué ;-). Dales instrucciones en el momento y en la situación apropiada. Muchos padres piensan en mil cosas que el niño debe hacer justo en el momento en que él o ella está mirando su serie favorita.

Si nuestras peticiones se ajustan a su edad, los niños deben ser capaces de cumplirlas por ellos mismos, sin ayuda. En lo posible, deja que los niños hagan solos sus propias tareas. Esta actitud ayuda al niño a ser más independiente y a empoderarse. Un consejo: lo mejor para autocontrolar ese impulso de ayudarles siempre es no estar presente tras dar la instrucción. Por ejemplo, sal de la habitación después de haberles pedido que la ordenen. Así de paso evitas también la típica frase, Mamá, por favor ayúdame.

Espero que el artículo te haya sido útil. Si quieres leer más sobre estos temas, síguenos en nuestro Clu Balance Blog.

Fuentes

Servera, M. Program for parents: children problem conduct management based on Russell Barkley´s model. 2010. Psychology Department. UIB.